viernes, 1 de marzo de 2013

Frío en Aracena (Huelva)

Sí, sí, he vuelto!, y os prometo que no quería que me pasara nada, de verdad, no quería, pero me ha pasao, qué queréis que os diga! Y he llegado a dos conclusiones: 
1.- El mundo se acaba y el Apocalipsis está empezando por Aracena (Huelva). Vamos a estirar la pata congelaos, que lo sepáis, y yo ya os he avisao.
2.- El frío engorda... mucho!

Cuando llegamos al pueblo más bonito del mundo y vimos el cartel de entrada: BIENVENIDOS A ARACENA, me extrañó mucho ver a un hombre peludo y blanco, de unos tres metros de altura con su nombre grabao en el pecho, creo que se llama YETI, maleta en mano, tó indignao, haciéndome un corte de mangas y diciéndome: A la mierda! Yo emigro a la Antártida que hace menos frío!!!...
Yo pensaba que estaba exagerando, ya se sabe en Andalucía..., que era la manera que tenían de saludar a los foráneos urbanitas y paletos como nosotros, que veníamos a pasar unos días, así que le dije emocionada: Feliz Navidá para tí también!
Pero entonces picamos a la puerta de casa de mi tía y me abrió un pingüino con orejeras, gorro, bufanda y patucos, que no era mi tía claro, y le pregunté por ella, a lo que me respondió en medio del vaho de su aliento: está en la nevera, calentándose. Ahí ya sospeché un poco, y de la impresión se me cayó el bolso al suelo. Al recogerlo mi linda espalda, a la altura donde ella misma pierde su casto nombre dijo: catacraaaack!! y al intentar levantarme decidió que no volvía a su sitio, parecía que estuviera bailando el gangnam style, joder que dolor!!! y haciendo todos los espavientos posibles para incorporarme, sin quererlo invoqué al espíritu del "Maya-cachondo" que nos gastó la bromita de que el mundo se acaba la semana que viene, el 21 de diciembre... (me imagino al pavo tallando la ruedecica de piedra, llorando de la risa y diciéndole a su colega de al lao: ya verás qué cachondeo, lo que nos vamos a reír cuando alguien del S.XXI descubra esta pedrola... seguro que es un antepasado de Clavelitos de Gandía Shore! el desgraciao) Total que yo con el lomo tó partío, moviendo las manitas en el aire gritando, ay, ay, ay, uy, uy, uy, mi culo, mi culo, mi culo... y más cosas que no voy a decir, le veo los pies al Maya-cachondo levitando a punto de tocar el suelo, para decirme: Es brooooooma, que no se acaba el mun... no acabó la frase. Al poner el pie en el suelo suelta por esa boca y en un castellano mu bien entendío: Hostia puuuuuta qué frío hace en este pueblo! Ahí te quedas con el puto pingüino que yo me voy para mi mundo, coño!!!
Lo que ya me terminó de acojonar y comprobar que iban a ser unos días duros de güevos, fue cuando le pregunté a mi tía cual iba a ser nuestra habitación y ella me contestó que el tercer cajón del congelador, que era más hondo y cabríamos mejor.
Qué mosqueo, qué mosqueo! Y entonces sin anestesia ni ná, y con la confianza que nos une por parentesco familiar le pregunté:
- Tita, ¿Tanto frío hace en Aracena?
Ella me miró, creo, no estoy muy segura porque entre el gorro de lana del Pirineo, la bufanda, la braga de forro polar que llevaba en el cuello, enfundada en sus tres trajes de neopreno, y sus 7 batas de "guatiné" que no le dejaban bajar los brazos y parecía un Teletubi, ya que mide 1,50m., y me contesta:
- NOOOOOO! E intentó pegarme, pero su movilidad era reducida y no llegó, eso sí, me escupió... cubitos de hielo!!! Esto no es frío, es que tenía que enfriar las cervezas y le he pedido a San Pedro que estornude, no te j...! Se dio media vuelta y se fue...
Pero claro! Es mi tía. Soy sangre de su sangre. Me quiere. Por lo que, en menos que canta un gallo (que el kikirikí del gallo está grabao, que yo lo sé, que me lo ha dicho el gallo, que me lo encontré en el bar tomándose unos aguardientes para entrar en calor, que se lo ha dicho mi tía, que lo mejor para entrar en calor era comer y beber y cualquiera no le hace caso..., que lo ha grabao él mismo, y cada día enchufa un gramófono amplificado porque tampoco tiene cojones a salir a las cinco de la mañana a despertarnos...), me planta delante de mi cara (y digo delante de mi cara porque yo iba andando como las muñecas de famosa que se dirigen al portal, con mi cuerpo en forma de ángulo obtuso pero hacia delante, y no veo lo que tengo delante mío, cuando me dirigía a sentarme, resoplando como un búfalo, viendo las estrellas de dolor) un platako de jamón con pan de pueblo y lomo, y chorizo, y más pan, y de postre PIÑONATE (un dulce típico que no sé qué coño lleva, pero que te pones de miel hasta los bordes y te tienes que chupar los dedos hasta el codo) y me dice:
- Toma, para que entres en calor...
Joder! Desde entonces he parecido una oca a la que están cebando para hacer foie con su hígado. No he parado de zampar, ni de beber, porque yo tenía frío, y mi tía, que es mu sabia, decía que entraría en calor! Y yo le he hecho caso. Que parecía un burro con su morral atado al morro: churros, tostás de pan de pueblo, más chorizo, más lomo, más jamón, pescaíto de Huelva, carrilleras, tortillitas de camarones (de 5 güevos!), todo tipo de quesos, migas, pastelitos de la confitería Rufino: borrachitos, cremas, milhojas, merengues, matecaos, mosto, aguardiente de guindas, licor de chocolate, y si no tenía bastante, tomaba café con mis otros tíos y mis primos, y eso significaba que repetía de todo pero al revés, primero el café con todos los pasteles y luego cenaba de todo otra vez!!!... Y cuando iba a su casa y me sacaban a pasear automáticamente se escuchaba la canción del Chiquilicuatre: 1.- el crusaíto, 2.- el robocó (y ahí se enganchaba porque es lo que parecía yo!, un robot-oca-gordo!). Me lo he entripado todo, todo, todo!!! ¿Pa qué!!!? Si no he parado de zampar para entrar en calor y lo peor es que he tenido frío hasta entrar por la puerta de mi casa y enchufar la puñetera calefacción!!?? Y después de doce horas de viaje de vuelta, el ángulo obtuso hacia delante que formaba mi cuerpo se ha convertido en ángulo recto del peso de la panza!!!??? ¿Tó esto paké!!!???

Total, que vengo huyendo del gélido Apocalipsis, y lo siento, a Aracena no vayáis porque ya no queda comida, ni bebida. La oca, osea yo, se lo ha zampado todo. Vamos a morir helaos. Yo sigo hartándome a "Ibus" (es que el Ibuprofeno, ya me deja llamarlo así, somos amigos), sigo pareciendo una muñeca de famosa que se dirige al portal, pero de todas ellas soy la Rosaura, la grande cabezona que tardaba media hora en andar 5 centímetros, y yo que soy gilipollas he empezado dieta estricta hoy...
Hay que joderse!
Cuaaaac-cuaaaaaac!
He dicho.

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